No saber qué hacer con tu vida cuándo te dice cualquier gilipollez de la que luego te acaba gustando, porque en eso consiste todo, en decir gilipolleces.Que si te paras a pensar al fin y al cabo...
Sonsusgilipolleces y sin darte cuenta una cosa lleva a la otra y acabas diciendo…sonnuestrasgilipolleces.
Bajo cualquier circunstancia, incluso corriendo el mayor de los peligros el miedo se me va si estoy contigo. Aunque se caiga el mundo y el infierno se abra, me quemo en tu mirada, que si los pájaros vuelan entonces lo que yo tengo en el estómago no son mariposas sino dinosaurios. Si el cerebro se divide en 5 partes, el mío tiene una sexta parte basada solamente en ti. Que dar consejos no es que se me dé especialmente bien, porque lo único que tengo ganas de decirte es que conmigo no vas a estar así de triste jamás y escúchame bien cuando digo que jamás. Que por encima de todo el jodido cielo no hay más estrellas que tu sonrisa. No existen razones para odiarte, no hay motivos por los que dejar de intentarlo.
Es que te levantas un día y te da por mirar la ventana para ver el cielo, y pensar si algún día lograrás alcanzarlo. Que hay veces en las que te da por llorar a mares o reír hasta que te duela el estomago, sin razones ni porqués estás tú. Poco cuidado tenemos con los fallos y debilidades a montones con los besos que crean adicción. Que hoy te levantas y miras el calendario solo porque es uno de esos días especiales. Es cuando nos inyectamos una dosis de imaginación, cuando no usamos papel para escribir, en vez de agua, una botella de vodka y un libro hecho de recortes. Para qué quieres una rutina si contigo nada es lo mismo.
Fuimos, somos y seremos un bonito desastre. Tú conmigo y yo contigo, los dos. Eso que sueño todas las noches, lo que imagino a la hora de comer, de quién escribo por las tardes, y quien estudio por las noches.
Hoy me he levantado y he notado que era débil, he encontrado los motivos por los que estoy en la cuerda floja, amor ayúdame y deja que caiga. Comprende que cualquier error lo destrozará todo, ¿qué somos sin peleas? ¿qué somos sin dolor? ¿qué somos sin amor?. Yo escribo confesiones en formato susurro pero tú los conviertes en gritos de guerra, una batalla que ni Hitler lograría controlar.
Prometes, ignoras, destruyes, construyes, saltas, desgarras, susurras, gritas, expones,....Lo intentas pero yo muero en el intento, persisto y tú avanzas en el juego. ¿Opciones? La única manera de sobrellevar esto es dejándonos llevar, dejar de tener miedo, sonriendo aunque todo vaya de mal en peor, en vez de suspirar, silbar de alegría, en vez de correr para alejarnos de la situación, disparar la verdad por encima del viento que se oiga bien alto. Seguir con la rutina no es opcional.
