Fuimos, somos y seremos un bonito desastre. Tú conmigo y yo contigo, los dos. Eso que sueño todas las noches, lo que imagino a la hora de comer, de quién escribo por las tardes, y quien estudio por las noches.
Hoy me he levantado y he notado que era débil, he encontrado los motivos por los que estoy en la cuerda floja, amor ayúdame y deja que caiga. Comprende que cualquier error lo destrozará todo, ¿qué somos sin peleas? ¿qué somos sin dolor? ¿qué somos sin amor?. Yo escribo confesiones en formato susurro pero tú los conviertes en gritos de guerra, una batalla que ni Hitler lograría controlar.
Prometes, ignoras, destruyes, construyes, saltas, desgarras, susurras, gritas, expones,....Lo intentas pero yo muero en el intento, persisto y tú avanzas en el juego. ¿Opciones? La única manera de sobrellevar esto es dejándonos llevar, dejar de tener miedo, sonriendo aunque todo vaya de mal en peor, en vez de suspirar, silbar de alegría, en vez de correr para alejarnos de la situación, disparar la verdad por encima del viento que se oiga bien alto. Seguir con la rutina no es opcional.
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